Tonos de morado: amatista entre leyendas y creencias

Cuenta una antigua leyenda que Baco, el dios de las libaciones, amante del placer, se enamoró de una bella ninfa llamada Amatista: tan insistentes fueron sus insistencias que Amatista, para escapar de la voluntad del dios, pidió la protección de Diana, diosa de la castidad. , y la transformó en una joya espléndida, tan brillante como dura y fría. Y fue el propio Baco quien, arrepintiéndose de su repentino exceso de pasión, dio a la desventurada Amatista el color del vino.El típico color vino de la amatista dio lugar a la creencia de que esta piedra protegía de la embriaguez si se llevaba, según Aristóteles, en el ombligo.La amatista era muy apreciada por los egipcios, que la utilizaban como amuleto al menos desde la XII Dinastía, es decir, desde el año 2000 a.C. Entre los judíos era considerada la novena piedra ordenada por Dios para el Racional del Sumo Sacerdote, así como ocupaba el noveno lugar en el simbolismo de las 12 tribus de Israel, bajo el nombre de “Ahlamah”, el nombre hebreo lo demuestra. entre otras cosas que se creía que poseía la virtud de inducir sueños y visiones (“halom” significa sueño). En el texto del Apocalipsis, el duodécimo fundamento de la ciudad celestial, la Nueva Jerusalén vista por San Juan, estaba formado por amatista, que simbolizaba el pensamiento constante del Reino de los Cielos. En la Edad Media y el Renacimiento, se tallaban jarrones y copas de amatista por su poder para ahuyentar a los demonios. Los médicos solían llevar un cinturón formado por 12 piedras preciosas referentes a los 12 meses del año, entre las cuales la amatista representaba el mes de febrero, además, en antiguos rituales mágicos se asignaba a cada piedra un día de la semana: para la amatista fue el martes. La amatista se usa en la terapia con cristales porque está asociada con el séptimo chakra y puede usarse como joyería o colocarse en el cuerpo para obtener beneficios energéticos. Promueve la meditación, la protección psíquica y la conciencia. Ahuyenta el insomnio y las pesadillas, favoreciendo un sueño tranquilo y relajante.
Estas son algunas de las muchas leyendas y curiosidades que cuentan el origen de esta piedra, además de los beneficios que se le atribuyen, sin duda entre todas las variedades de cuarzo, es sin duda la más apreciada por su color violeta con tonos cálidos y aterciopelados. Como se mencionó anteriormente, la amatista es una variedad del mineral cuarzo, con un sistema cristalino hexagonal (trigonal) y composición química de SiO₂. Su color se debe a la presencia de impurezas de hierro en su red cristalina, y va desde el violeta azulado al violeta pasando por el violeta rojizo. La amatista tiene un índice de refracción de 1.544-1.533 y birrefringencia de 0.009, suele ser transparente y tiene una dureza de grado 7 en la escala de Mohs, por lo tanto tiene buena dureza. Sus dimensiones oscilan entre 1 y 20 ct pero también se encuentran ejemplares de más de 1000 ct. Esta gema se corta en todas las formas facetadas, cabujones, esferas y los ejemplares menos transparentes se utilizan para hacer figuritas. La forma más segura de limpiar la amatista es utilizar agua tibia y jabón.